El gran salto

¿De qué trata El gran salto?

«La mayoría solo sabe de mí que gané dos oros y una plata olímpica en gimnasia, y que me quitaron una medalla mundial por consumir un porro. Pero muy pocos conocen el precio que pagué por alcanzar esa gloria y el sufrimiento que viví antes y después de mi retirada.

Lo que casi nadie sabe es que, para convertirme en el Gervasio Deferr campeón olímpico, tuve que convertirme en un ‘killer’ y encerrar en lo más profundo de mí a ‘Gervi’, mi otro yo. Después de bajarme de la palestra, el alcohol invadió mi vida, y llegué a pedir ayuda para no hundirme por completo. Muchos ven las medallas, pero no a la persona que, como cualquiera, sufre bajo la presión de jugarse todo en un minuto, cada cuatro años. Tras dedicarme durante 25 años en cuerpo y alma a la gimnasia, me encontré comenzando de nuevo desde cero, como tantos otros atletas de deportes minoritarios.

Casi diez años después de bajarme del podio, encontré mi lugar en La Mina, uno de los barrios más estigmatizados de España. Con el fantasma del suicidio finalmente exorcizado y en paz conmigo mismo y con los que de verdad me importan, la gimnasia me devolvió el equilibrio que había perdido. Aquí estoy, sin filtros ni adornos: esta es mi verdad.»

¿Quién es Gervasio Deferr?

Gervasio Deferr es un exgimnasta español, nacido el 7 de noviembre de 1980 en Premià de Mar, Barcelona. Es considerado uno de los mejores gimnastas de la historia de España y una figura clave en el deporte olímpico español. Deferr se destacó principalmente en la disciplina de salto de potro, aunque también compitió en suelo y otros aparatos.

Su carrera alcanzó el reconocimiento internacional cuando ganó su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, en la modalidad de salto. Esta victoria fue histórica, ya que lo convirtió en el primer gimnasta español en conseguir una medalla de oro olímpica. Cuatro años después, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Deferr repitió su hazaña, logrando nuevamente la medalla de oro en salto, consolidándose como una leyenda de la gimnasia.

En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Gervasio Deferr obtuvo una medalla de plata en la modalidad de suelo, sumando un tercer podio olímpico a su impresionante carrera. Este éxito lo estableció como uno de los deportistas más destacados de la gimnasia mundial.

A lo largo de su carrera, Deferr se caracterizó por su técnica impecable, su fuerza física y su capacidad para ejecutar saltos y acrobacias de gran dificultad con elegancia y precisión. Sin embargo, también enfrentó momentos difíciles, como una suspensión temporal en 2002 por dar positivo en un control antidopaje, aunque logró superarlo y seguir brillando en su deporte.

Tras su retiro en 2011, Gervasio Deferr ha seguido vinculado al mundo de la gimnasia, dedicándose a entrenar a jóvenes promesas y promoviendo el deporte en España. Su legado como pionero y ejemplo de perseverancia sigue vivo, y es recordado no solo por sus éxitos deportivos, sino también por su contribución al crecimiento de la gimnasia en su país.