En la mansión Styles, en Essex, Inglaterra, la millonaria Emily Inglethorp es encontrada muerta en su cama, aparentemente por un ataque cardíaco. Sin embargo, el médico de la familia sospecha de envenenamiento. Todos los huéspedes de la mansión, incluida la familia Inglethorp y sus asociados, se convierten en sospechosos potenciales cuando el detective Hércules Poirot es llamado para investigar. En un ambiente cargado de avaricia, celos y tensiones familiares, Poirot se enfrenta a un desafío intrigante donde todos tienen motivos para cometer el crimen, pero solo uno es el verdadero asesino.