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La señora Wang y las tres rosas de jade

La señora Wang y las tres rosas de jade

Autor: César García Muñoz

Género: Ficción histórica

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«Si es una niña, la mataré» — juró Yin, mientras sostenía un cuchillo oxidado. La señora Wang sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía con absoluta certeza que su hijo hablaba en serio. Al otro lado de la pared, la esposa de Yin estaba en pleno parto. Si daba a luz a una niña, ese […]

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¿De qué trata La señora Wang y las tres rosas de jade?

«Si es una niña, la mataré» — juró Yin, mientras sostenía un cuchillo oxidado.

La señora Wang sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía con absoluta certeza que su hijo hablaba en serio. Al otro lado de la pared, la esposa de Yin estaba en pleno parto. Si daba a luz a una niña, ese pequeño ser estaría sentenciado desde el primer llanto. La señora Wang había aprendido, desde que Yin era un niño revoltoso, a descifrar cada una de sus palabras, reconociendo cuándo mentía y cuándo decía la verdad. Ahora, 23 años después, su hijo era el líder de su pequeña familia campesina, y en todo ese tiempo, nunca se había equivocado con él. Por eso, al escuchar nuevamente su amenaza, deseó con todas sus fuerzas no poseer ese «don», que ahora se sentía más como una terrible maldición.

Los primeros sollozos de un bebé rompieron el silencio al otro lado de la puerta.

«Si es una niña, la mataré», repitió Yin con la misma frialdad.

El jade

El jade es una piedra preciosa que ha fascinado a diversas culturas durante milenios por su belleza y simbolismo. Se trata de un mineral compuesto principalmente por jadeíta o nefrita, dos variedades que se encuentran en distintos tonos de verde, aunque también puede presentar colores como el blanco, el amarillo o el rojo. Desde tiempos ancestrales, el jade ha sido valorado no solo por su dureza y belleza, sino también por sus propiedades espirituales y curativas.

En la cultura china, el jade ocupa un lugar central y se considera un símbolo de pureza, inmortalidad y nobleza. A menudo es tallado en figuras, amuletos y joyas que representan la longevidad, la protección y la sabiduría. El jade era tan apreciado en la antigüedad que se utilizaba como moneda de cambio y era enterrado con los emperadores para asegurarles un viaje seguro al más allá. En la actualidad, sigue siendo una de las gemas más veneradas en Asia, utilizada en rituales y como símbolo de buena fortuna.

En Mesoamérica, el jade también tuvo un papel fundamental en las civilizaciones precolombinas, como los mayas y los aztecas. Estas culturas lo consideraban una piedra sagrada, asociada con los dioses y la vida eterna. El jade se utilizaba para la creación de máscaras funerarias, joyería y herramientas ceremoniales, representando poder y estatus social. Las piezas de jade encontradas en sitios arqueológicos son testimonio de su importancia cultural y religiosa en esta región.

Hoy en día, el jade sigue siendo una gema muy codiciada en el mundo de la joyería y el arte. Además de su valor estético, muchas personas creen en las propiedades curativas del jade, asociándolo con la paz, el equilibrio emocional y la protección espiritual. Sin duda, el jade sigue siendo una piedra llena de misterio y significado en diversas culturas.