Autor: Adela Muñoz Páez
Género: Biografías
La desconocida historia de Marie Curie, la madre de la física moderna. Creemos conocer a Marie Sklodowska, más conocida como Marie Curie, la primera mujer en ganar un premio Nobel y la primera científica en recibir reconocimiento mundial. Su descubrimiento de la radiactividad marcó el comienzo de una carrera brillante, que culminó con la adición […]
La desconocida historia de Marie Curie, la madre de la física moderna.
Creemos conocer a Marie Sklodowska, más conocida como Marie Curie, la primera mujer en ganar un premio Nobel y la primera científica en recibir reconocimiento mundial. Su descubrimiento de la radiactividad marcó el comienzo de una carrera brillante, que culminó con la adición de dos nuevos elementos a la tabla periódica.
Dedicada y trabajadora incansable, Marie Curie parecía vivir al margen de las barreras impuestas a las mujeres de su época. Sin embargo, la realidad fue mucho más dura: fue difamada y atacada, acusada de impostora, inmigrante judía, adúltera y oportunista. Esta fascinante biografía nos invita a redescubrir la vida de una científica extraordinaria que, a pesar de todo, sigue inspirando una enorme admiración.
Marie Curie (1867-1934) fue una científica polaca naturalizada francesa, pionera en el campo de la radioactividad y una de las figuras más influyentes en la historia de la ciencia. Nacida en Varsovia, Polonia, como Maria Skłodowska, se trasladó a París para estudiar en la Universidad de la Sorbona, donde conoció a su futuro esposo y colaborador científico, Pierre Curie.
Marie Curie es famosa por sus descubrimientos de los elementos radio y polonio y por acuñar el término radioactividad. Junto a Pierre, comenzó a investigar los misterios de los materiales radiactivos, basándose en el trabajo previo de Henri Becquerel. En 1903, ambos recibieron el Premio Nobel de Física, compartido con Becquerel, por sus investigaciones sobre la radiación. Este logro la convirtió en la primera mujer en ganar un Nobel, en un campo tradicionalmente dominado por hombres.
Tras la muerte de Pierre en 1906, Marie continuó sus investigaciones y en 1911 ganó su segundo Premio Nobel, esta vez en Química, por el descubrimiento del radio y el polonio, y por sus investigaciones sobre la naturaleza y los compuestos de estos elementos. Hasta la fecha, sigue siendo la única persona en recibir dos premios Nobel en diferentes disciplinas científicas.
Además de sus contribuciones a la ciencia, Marie Curie jugó un papel fundamental durante la Primera Guerra Mundial, organizando unidades móviles de rayos X para ayudar en el tratamiento de los soldados heridos, lo que le valió el reconocimiento no solo como investigadora, sino también como humanitaria.
El trabajo de Marie Curie tuvo un impacto profundo en el desarrollo de la física moderna y la medicina, especialmente en el tratamiento del cáncer a través de la radioterapia. A pesar de los peligros asociados a la exposición prolongada a la radiación, que finalmente causó su muerte, su legado perdura como uno de los más grandes en la historia de la ciencia.