En un avión con destino a París, Hércules Poirot se encuentra en el asiento número nueve, desde donde puede observar a los variados pasajeros. A su alrededor, se desarrollan intrigas y dramas personales: una joven enamorada, una condesa con secretos oscuros, un escritor molesto por una abeja. Sin embargo, Poirot no se da cuenta de que detrás suyo, en el asiento número dos, yace el cuerpo sin vida de una mujer.